INTELIGENCIA EN ARGENTINA (Fuente: www.mdzol.com)

29.01.2015 18:22

ESPECIAL

Inteligencia: qué hacer y por qué no lo hicieron antes
Es evidente que hay que hacer algo con los órganos de Inteligencia del Estado. No se nota su eficiencia y quedan en evidencia por su tarea oscura, al servicio de intereses que no son los de la República, sino de sectores puntuales a los que facciones enfrentadas responden. Qué hacer y por qué no se ha hecho todavía, en el análisis de expertos.

La sensación generalizada es que hay más mito que realidad en la vida de los espías argentinos. Sin embargo no parece ser así: la realidad supera a la ficción y hay tantas facciones internas que no se sabe quién manda ni con qué objetivo. De hecho, ¿quién es espía y quién no?, ¿quiénes son los personajes de la vida política, social, periodística, empresaria, cultural que abrevan en sus gruesos fondos y cuánto hay de verdad o mito en ello?, ¿cuál de todos los servicios de inteligencia que hay en la Argentina es "mejor", entendiendo como tal al que sea capaz de resolver casos criminales?

Tras la recuperación de la democracia hubo cambios, pero no los suficientes.MDZ habló con verdaderos expertos en la materia y uno de ellos, Darío Kosovsky, de amplia trayectoria en organizaciones sociales y también como asesor en políticas públicas, fue más que claro a la hora de analizar por qué no cambiaron del todo, por qué siguieron siendo un agujero negro del Estado, incontrolable plenamente, inasible para la democracia: "Porque -dijo- una central de inteligencia mafiosa es funcional para todos".

Buscamos respuestas a dos preguntas: 

1- ¿Qué hacemos con los servicios de inteligencia argentinos?

2- ¿Por qué no se hizo antes?

La muerte del fiscal Alberto Nisman dejó al descubierto, una vez más -porque ya ha pasado muchas veces antes- la inutilidad fáctica al sistema de algunos de los servicios de inteligencia, por ejemplo, la Secretaría de Inteligencia, la ex SIDE. Inclusive, en demasiadas oportunidades han aparecido como titiriteros de la realidad institucional y sobrevivido a las crisis políticas.

Hablamos con el ya mencionado Kosovsky, pero también con Alberto Binder, un jurista que dirige varios centros de estudios especializados en reformas de los sectores Justicia y Seguridad en Latinoamérica; con Alejandro Salomón, que dirigió el Instituto Universitario de la Policía Federal y fue subsecretario de Seguridad en Mendoza, con Marcelo Japaz, que fue el primer director de Inteligencia Criminal de la provincia, durante el gobierno de Roberto Iglesias yGianni Venier, quien ocupó ese mismo cargo pero con Celso Jaque, hasta que se fue dando un portazo al entonces ministro Carlos Ciurca.

¿Qué hacemos?

Eliminar la ex SIDE

Para Darío Kosovsky,  la SI, ex SIDE, "no tiene razón de existir en democracia. Tal como está diseñada y funciona cumple el objetivo de recoger información que no podría ser obtenida ni recopilada por medios controlados". Sostuvo en diálogo con MDZ que "su uso posterior para fines ilegales diversos -destruir a un opositor político, levantar a un actor propio, minar los intereses de otros, generar prebendas, encubrir hechos delictivos, y contando- es harto conocido pero tácita y consensuadamente silenciado".

El abogado, ex asesor en los ministerios de Defensa y de Seguridad, miembro de Inecip, Ielsur y Clave, organizaciones especializadas en "seguridad democrática",  "si la autonomía relativa o el autogobierno es una característica propia de las policías argentinas -cuyas actividades tienen cierto nivel de exposición pública, control popular y judicial- imaginemos el nivel de autonomía que tiene la Secretaría de Inteligencia, agencia que recopila, con identidades desconocidas y estructuras jurídicas ficticias, información sobre sus propios jefes antes de que lleguen a sus cargos (permanentes por 4 años y a quienes presta auxilio transitorio como los jueces y fiscales), a la vez que ostenta una capacidad operativa enorme -montada en miles de millones de pesos para utilizar discrecionalmente año a año- para desarrollar sus actividades sin control alguno". 

Kosovsky, además, consideró que "este desgobierno ha creado un monstruo desconocido, cuya capacidad de daño institucional no se revierte con cambios de cúpulas; es imperioso licuar su poder, de forma estratégica, pero terminal. La SIDE, hoy SI, a diferencia de cualquier organismo público, que debe exhibir los resultados de sus políticas, no sólo no lo ha hecho nunca sino que el poder político (oficialismos y oposiciones) nunca examinó cómo una institución dirigida a recabar información para la seguridad del Estado obró en el cumplimiento de sus fines cuando se produjeron en el país dos atentados terroristas en período de dos años y, claro, qué hizo después para identificar y capturar a los responsables. Si los argumentos para mantenerla activa fueran el apoyo en materia de inteligencia relacionada con el crimen organizado -actividades en las que pudo haber habido resultados- , sin lugar a dudas que esas tareas pueden ser realizadas por un área dotada de los recursos necesarios pero con una contundente conducción política (Ministerio de Seguridad de la Nación) y un control y contralor propio de funciones con la reserva que la recolección, sistematización y análisis de información delictiva amerita (reformando la Ley de Inteligencia)". 

¿Qué propone? "La disolución de la SI, el fortalecimiento de una Dirección Nacional de Inteligencia Criminal y la Reforma a la Ley de Inteligencia exigen ser complementadas con la reestructuración de la Policía Federal en una Agencia Federal de Investigaciones, de modo de avanzar en las deudas pendientes del modelo de seguridad democrática que se pretendiera germinar con la creación del Ministerio de Seguridad nacional".

Cortar vínculos con la justicia federal

El jurista Alberto Bindersostuvo que "la Ley de Inteligencia pretendió sentar las bases de un servicio de inteligencia propio de un Estado democrático y tiene muchos elementos que están estructurados de ese modo". Sin embargo, consideró, "el dictado de esa ley no se utilizó para reorganizar los servicios de inteligencia sobre bases nuevas; al contrario se usaron resquicios de esa ley, para exacerbar mucho de los males que ya tenia. En mi caso vengo denunciando el descontrol de los servicios de inteligencia y su ilegal intromisión en la justicia federal desde hace mucho (ver por ejemplo la nota en Clarín `Perversa inteligencia sin control` del año 2009) y hemos creado la Iniciativa Ciudadana para el Control Democrático de los Servicios de Inteligencia (ICCS) entre el Ilsed, la ADC y otras organizaciones, para tratar de que la Comisión de Control fuera mas transparente y cumpliera sus funciones. Hicimos pedidos de informes que nunca fueron respondidos por la Comisión y ahora están judicializados".

"Lo primero -analizó- es cortar los vínculos entre la justicia federal y la Secretaria de Inteligencia. La Ley expresamente prohíbe que los servicios de inteligencia participen en actividades vinculados a casos judiciales, salvo expreso pedido y se entiendo ante casos puntuales. Pero eso se convirtió en algo mucho más extensa. Jueces y fiscales tienen allí una gran responsabilidad. Además la SI concentro todas las escuchas telefónicas del país (lo que es ilegal, también, allí hay una interpretación equivocada de la Ley de inteligencia) de tal manera que no solo la justicia federal, sino cualquier fiscal del interior del país que quiere hacer escuchas telefónicas debe pasar por la sección correspondiente de la SI. Todo esto es altamente pernicioso y ahora ha salido a la luz. Tenemos una enorme oportunidad para reordenar todo el sistema, sobre algunas de las bases de la Ley de inteligencia y otras medidas".

¿Qué hacer? "Urge crear la Agencia Federal de Investigaciones. Es algo que se reclama hace años. Este Gobierno lo tuvo en cartero y no lo llevo adelante por presiones de la Secretaría de Inteligencia. Por ejemplo, la investigación de un caso como el de la AMIA no lo puede llevar la SI, porque ellos manejan información que debe servir para la prevención y que en la gran mayoría de los casos es inutilizable para probar algo en juicio. En el caso concreto, subordinaron la investigación a tener una plataforma para jugar el juego de las agencias anti terrorismo internacional y su red de información, y de ello son tan responsables Stiuso como Nisman. Y eso tarde o temprano tenía que terminar tan mal como terminó. Que existan grupos trabajando en la prevención de casos y en conexión con lo que se está haciendo en otros países no es objetable. Lo objetable es la mezcla con un caso judicial en el que hay victimas que reclaman reparaciones y avances concretos, en su caso, no en la política anti terrorista mundial".

"Más truchos que eficaces"

Sin embargo, Binder consideró: "Dudo, porque no tengo información sobre eso, que hoy la SI tenga capacidad de análisis para la toma de decisión estratégica de la Argentina respecto de grandes decisiones económicas, geopolíticas o de política internacional, que tengamos un real entendimiento de las tendencias mundiales que nos permitan planear o diseñar políticas de largo plazo.. Creo, más bien, que la SI debe estar llena de operadores de `inteligencia`, más truchos que eficaces, vendedores de influencia, con un enorme potencial para el espionaje interno.Con el cuento de la `contrainteligencia` podés hacer cualquier cosa en el país". "Hay una causa en el juzgado de Arroyo Salgado, la esposa de Nisman (demasiada coincidencia) donde se deberían investigar el funcionamiento de operadores independientes, venta de información, etc. etc.)".

"Confunden Gobierno con Estado"

Alejandro Salomón evaluó, a pedido de MDZ, la situación de los servicios de inteligencia. Dijo que "la actual Ley de Inteligencia (aprobada en diciembre del 2001) es una buena ley, aunque perfectible. El desafío del próximo gobierno será cumplirla".  Opinó luego que "para el peronismo esto ha sido siempre muy difícil en la medida en que como movimiento populista confunde permanentemente Estado y Gobierno. Al considerar que ellos (Gobierno) son el Estado, legitiman la utilización de los instrumentos de inteligencia con fines políticos partidistas. Por el mismo motivo por el cual en argentina no existen Políticas de Estado, el peronismo no podrá tener una inteligencia del Estado, y la misma siempre será de gobierno".

Indicó, asimismo, que "si la inteligencia militar (a cargo Milani) funcionara, y quienes forman parte de ese organismo hubiesen estado haciendo lo que por ley se les ha encomendado (y no inteligencia interior), la Fragata Libertad jamás tendrían que haber amarrado en Ghana; Si la inteligencia Criminal (a cargo de Berni) funcionara (y no estar desarrollando el Proyecto X para espiar dirigentes sociales), Rosario no sería un festival para el narcotráfico ni habría la cantidad de homicidios que hay, y muchos menos habrían matado un Fiscal de la Nación; y si la Inteligencia Estratégica Nacional funcionara (la SI), no estaríamos enredados como país en un memorándum, al que se aprobó con mayoría automática en el Congreso, se hace gala de ello en Naciones Unidas,y a posteriori Irán lo manda al archivo poniéndonos en situación ridícula. Como estos ejemplos, hay centenares de ellos. El próximo gobierno tiene en este tema un gran desafío: poner a cada una de estas instituciones a hacer lo que tienen que hacer, y esto no será fácil".

"Hay que desarticularlos"

Marcelo Japaz formuló dos hipótesis: una de máxima y una de mínima. "En una hipótesis de máxima, donde imagino que a la luz de los acontecimientos que estamos viviendo debería ser posible, es necesario avanzar en un proceso de desarticulaciónde los servicios de inteligencia tal y como los conocemos hasta ahora". 

"Ello -analizó, en diálogo con MDZ- implicaría un proceso de inhibición de sus integrantes para participar de cualquier actividad pública e iniciar un proceso de apertura o desclasificación de toda aquella información que no sea considerada de inteligencia estratégica o de inteligencia criminal". Para Japás, "el control del proceso debería estar en cabeza de la Comisión Bicameral Permanente de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia".

Un nuevo modelo

Desde su punto de vista, "el actual esquema debería remplazarse por un modelo basado en la actividad de análisis más que en la de campo, en base a metas específicas con sistemas de reclutamiento y permanencia basadas en parámetros democráticos y de respeto y protección al ciudadano". "Si bien el cómo no está definido, es evidente que los costos de mantener el actual sistema son enormes en términos presupuestarios, políticos e institucionales", subrayó el ex director de Inteligencia Criminal de Mendoza. En tanto, "en una hipótesis de mínima, el Poder Ejecutivo y el bloque parlamentario del Partido Justicialista y sus aliados deberían permitir el normal funcionamiento de la Comisión Bicameral que hasta ahora no ha ocurrido".

"Maneja lo privado y lo público"

El abogado Gianni Venierpasó por el área específica de Mendoza, que no tiene comparación con las nacionales, y también opinó al respecto. Para hacerlo, consideró que nuestra pregunta "hoy no puede dejar de lado esta coyuntura que parece permanente". Es por eso que  consideró que "dado el estado de intervención en la vida privada y pública que al parecer vienen realizando los servicios nacionales, requeriría esto la pronta y firme intervención de un fiscal independiente con un juez independiente a fin de obtener y dejar a buen resguardo todos los datos prohibidos que los servicios tienen en su poder". 

Indicó, sin embargo, que "esto nos serviría, como está ocurriendo con las escuchas que llevó Nisman a la Justicia, a satisfacer la necesidad de verdad que tenemos los argentinos". 

¿Qué hacer? "Ya en el plano de las necesidades del país, los acondicionaría para la búsqueda exclusiva de la información delitual, desmontando toda posibilidad de ser un servicio de extorsión a favor del poder de turno", respondió Venier.  

Y, ¿por qué no lo hicieron antes?

Los especialistas consultados usaron palabras bastante claras. Lejos de los eufemismos, indicaron que nada se cambió en los servicios de inteligencia por "irresponsabilidad", "tentación de dirimir la política en base a información", "indignidad moral", o porque, como ya resaltamos al comienzo, "una inteligencia mafiosa es funcional a todos".

Puntualmente, cada uno opina por qué no se cambió antes:

Gianni Venier: "No se hizo antes -si es que los antecedentes de los servicios son lo que uno está conociendo, por lo menos los servicios nacionales; recordemos que es un área protegida por el silencio- porque ha sido un área donde el poder se ha servido ilegítimamente, a la par de que no suele estar dentro de la agenda gubernamental el buen funcionamiento de los servicios. Cuando un funcionario le pide a un agente del servicio que averigüe algo personal de otro, ya no puede controlar a este agente".

Marcelo Japaz:  "Hasta ahora ha sido muy tentador dirimir la política en base a información de inteligencia. No ha sido positivo en términos colectivos. Se han perdido diez años".

Alberto Binder: "Nuestra dirigencia política ha sido altamente irresponsable. Peronistas y radicales han construido aluvionalmente el sistema de inteligencia y hoy se reparten la ineficacia absoluta de la Comisión Bicameral. Allí hay que buscar responsabilidades en ambos partidos y yo buscaría que respondan los miembros radicales de la Comisión Bicameral. Macri pretendio entrar en este juego, de la mano, del Fino Palacios y así le fue. La SIDE ha sido uno de los pocos temas verdaderamente bipartidistas que hemos tenido en este país. Asi que hay que preguntarle al radicalismo que responabilidades tiene en eso, además de las obvias que tiene este mismo gobierno que jugo y excacerbo el juego ilegal de la SI como pocos y cuando viendo que los monstruos son amigos hasta que son simplemente monstruos, comenzó a recostarse en la inteligencia militar (Milani). Un error garrafal. Y así llegamos a esta situación terminal. Tenemos una gran oportunidad. Pero la dirigencia política esta demostrando indignacion moral-electoral y pocas ganas de meterse a hablar en serio de este asunto". 

Darío Kosovsky: "Por que una central de inteligencia mafiosa es funcional para todos. En el corto plazo, para quienes quieren tener información "exclusiva" para decidir (mal o bien intencionadamente) y en el largo plazo para los poderes fácticos ocultos del sistema político-institucional. Los primeros porque cuentan con información que desconocían, de sus rivales políticos, de sus aliados, de sus empleados, de otros actores sociales y con la seguridad del saber del que otros carecen, entienden que pueden decidir mejor de acuerdo a los intereses que persigan (ya sean públicos o privados). Los segundos, desde el lobby de compraventa de información, por ejemplo pueden operar sobre el sector público (también del privado y operar en mercados) a través de la regulación de, por ejemplo, el avance, paralización y perención de causas, administrando con el insumo informativo de inteligencia y su capacidad de presión y operación, el ritmo de la impunidad del lavado de dinero, narcotráfico, evasión impositiva y desguaces a la administración pública-. A esta tentación del uso para sí debe aditarse, por supuesto, el miedo de que sea usada contra sí como factor común del temor y rechazo a su desmantelamiento".

La opinión discordante: la historia y en qué fue cambiando

Alejandro Salomón:

- "La ex SIDE (Secretaría de Inteligencia del Estado, hoy Secretaria de Inteligencia: SI) fue creada por Perón terminada la segunda guerra mundial con el objetivo principal de controlar que hacían los propios y extraños. A partir de su derrocamiento, y entrada la época de la guerra fría, el principal objetivo de la SIDE fue detectar comunistas (y todos aquellos que se le pareciera), información utilizada durante la última dictadura en la desaparición forzada de personas. Con el Gobierno de Alfonsín se inicia un proceso de desmilitarización de la SIDE (se separaron de sus cargos en solo dos meses a 860 empleados de inteligencia que habían servido a la dictadura), lo que luego se conoció como la mano de obra desocupada".

 

- "Con Menem, muchos de esos militares regresaron a la SIDE, y en la gestión de Hugo Anzorreguy, lo que debería ser Inteligencia Estratégica toma un rumbo totalmente errado y deja de lado la “prevención” para iniciar un proceso de colaboración en las investigaciones de causas radicadas en la Justicia Federal. Esta colaboración se convirtió en un mecanismo de cooptación y corrupción de jueces y fiscales conocido como “la cadena de la felicidad”: Un sistema de pagos (sobres) a jueces, fiscales y periodistas".

 

- "Con el gobierno de De la Rua nuevamente se hace una profunda limpieza dejando fuera a 1093 agentes, lo que desata profundas peleas internas, y la Secretaría cae nuevamente en las sospechas de todos los ciudadanos cuando se denuncia que de ella salió el dinero para lo que se conoció como las coimas del Senado.

 

- "Por último, en estos últimos 13 años, el kirchnerismo hizo uso de gran parte de los recursos de inteligencia (estratégica, militar y criminal) para avanzar en el control de opositores, periodistas, y dirigentes sociales. En este sentido, el recurso más utilizado ha sido la conformación de carpetas con datos de la vida privada que son utilizadas como mecanismo de extorsión, lo que se conoce en el ambiente como el carpetazo".

 

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